Recuperación de calor en ventilación, ¿cómo funciona?
Recuperación de calor en ventilación, ¿cómo funciona?
La recuperación de calor (HR) extrae la energía térmica del aire de la habitación usado y la hace utilizable para reducir el consumo de energía primaria. Esto ahorra energía, reduce los costos y reduce las emisiones de CO2.
Con la recuperación de calor recuperativa, los medios de transferencia fluyen en corrientes separadas. El medio de transferencia de calor que fluye alternativamente a través de las placas de un intercambiador de placas de calor garantiza una transferencia de calor higiénica y casi sin mantenimiento y, por lo tanto, una recuperación.
En la climatización eficiente, uno de los aspectos más importantes es la recuperación de calor en la ventilación mecánica. Es una forma de garantizar el confort necesario en nuestros hogares, comercios u oficinas sin incurrir en los grandes costes de la climatización tradicional. Si simplificamos mucho su funcionalidad, podemos decir que es un sistema de intercambio térmico o de recuperación de calor que permite calentar o enfriar el aire de los exteriores -dependiendo de si es verano o invierno- para reaprovechar la energía consumida previamente.
Las unidades de recuperación de calor hacen que el gasto energético sea mucho menor y, en numerosos casos, nulo. Es por ello que las casas pasivas de PASSSIVHAUS han apostado por los sistemas de ventilación con unidad de recuperación de calor.
De cara al futuro inminente de la construcción, en la Edificación de Consumo Casi Nulo, que se pondrá en marcha a toda escala dentro de un año y medio, los sistemas de ventilación con recuperadores de calor serán casi una necesidad. Gracias a ello, en verano es posible disfrutar de un clima fresco y en invierno de una temperatura más templada en interiores. Sin necesidad de usar aparatos de aire acondicionado o sistemas de calefacción.
Hay varias formas de clasificar los recuperadores de calor. Algunos solo recuperan energía sensible y otros tanto la sensible como la latente. Las unidades de recuperación que se instalan en los sistemas mecánicos de forma habitual son los segundos.
¿Cómo funcionan estas unidades de recuperación de calor en sistemas de ventilación?
Básicamente, son capaces de recuperar el aire climatizado del interior de una estancia -ya haga frío o calor en el exterior- gracias al uso de la propia temperatura y la humedad del aire en interiores.
Supongamos que el aire dentro de una estancia está por encima de los 20ºC y es invierno. En el momento de renovación del aire interior, para evitar que entre aire frío, el recuperador lo que hace es poner en contacto el aire que se extrae desde las estancias con el que entra desde fuera. En este contacto no se mezcla el aire, sino que son los circuitos de entrada y salida los que están unidos para calentar el aire frío.
De esta manera, se aprovecha la temperatura y la humedad del aire que está siendo intercambiado. Se calentará el aire frío que entra desde la calle en invierno, y durante el verano será al revés: el aire cálido de los meses de calor se refrescará al pasar por el intercambiador.
¿Qué logramos?
- Un ahorro de energía muy importante. A menos que estemos en situaciones de frío o calor extremo, el confort en casa será más que suficiente.
- El aire que entra en el hogar está limpio y filtrado. Libre de impurezas, partículas contaminantes e incluso insectos.
La eficiencia del recuperador de calor o del intercambiador se verá afectada por las condiciones de temperatura del exterior y también por los caudales de entrada y salida. Cabe recordar que los sistemas de ventilación, para que puedan funcionar de manera óptima, necesitan que las ventanas estén cerradas. De airear la estancia se encarga el propio sistema de ventilación.
La eficiencia del propio intercambiador y unidad de recuperación dependerá de la eficiencia del núcleo del equipo, que es por donde pasan ambas corrientes de aire.
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